Un nuevo policía andaba buscando a quien multar por primera vez. Al ver un cura que venia en una moto, de inmediato lo mandó estacionar para hacerle la vida difícil. El policía le dijo al cura: 'Muéstreme su licencia y registración,' pero todo estaba en orden. A lo que dijo el policía, 'Encienda las luces y haga las señales.' Otra vez, todo estaba bien. Al ver que nada podía hacer en contra del cura, le dijo: 'OK. Se puede ir, pero tenga mucho cuidado.' A esto el cura le respondió: 'No se preocupe, yo voy con Dios y la Virgen.' El policía le dijo: '¡Aja, tres en una moto!' y le puso la multa.