Respuesta a la Encuesta: ¿Tienen que obedecer los cristianos, la ley del Antiguo Testamento?

Luego de las votaciones, con un Total de 80, los resultados son más parejo de lo que imaginábamos, con un 45% (representado por 36 votantes), piensan que el cristiano debe obedecer la ley del Antiguo Testamento solo en parte:


Veamos que nos dice la Biblia:

La clave para entender este punto, es saber que la ley del Antiguo Testamento, fue dada a la nación de Israel, no a los cristianos. Algunas de las leyes se hicieron para que los Israelitas supieran, cómo obedecer y agradar a Dios (por ejemplo los Diez Mandamientos), algunos de estos eran para mostrarles cómo adorar a Dios (el sistema sacrificatorio), otros simplemente, para hacer a los Israelitas diferentes de otras naciones (Las reglas de alimentación y vestimenta). Ninguna de las leyes del Antiguo Testamento se aplica a nosotros hoy. Cuando Jesús murió en la cruz, puso fin a la ley del Antiguo Testamento (Romanos 10:4; Gálatas 3:23-25: Efesios 2:15).


En lugar de estar bajo la Ley del Antiguo Testamento, estamos bajo la ley de Cristo (Gálatas 6:2) esto es “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas” (Mateo 22:37-40) Si hacemos estas dos cosas, estaremos cumpliendo con todo lo que Cristo quiere que hagamos, “Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos” (1ª Juan 5:3). Técnicamente, aún los Diez Mandamientos no son aplicables a los cristianos. Sin embargo, nueve de los Diez Mandamientos están repetidos en el Nuevo Testamento (todos, excepto el mandamiento de observar el Día de Reposo). Obviamente, si estamos amando a Dios, no estaremos adorando a otros dioses o adorando a ídolos. Si estamos amando a nuestros vecinos, no estaremos asesinándolos, mintiéndoles, cometiendo adulterio contra ellos, o codiciando lo que les pertenece. De manera que, no estamos bajo los requerimientos de la ley del Antiguo Testamento. Debemos amar a Dios y a nuestros vecinos. Si hacemos aquellas dos cosas fielmente, todo lo demás va a estar en su lugar.