
Las noticias de los últimos días a nivel mundial han tenido que ver con todo lo mucho y malo que está pasando a nivel económico. En muchos lugares, se deja sentir la preocupación y la incertidumbre de aquellos que tenían centradas sus expectativas en los depósitos bancarios. Grandes y “solventes” empresas y bancos han cerrado sus puertas, defraudando a los que habían depositado su confianza en sus promesas de grandes y rápidas ganancias. Incluso han llegado noticias de gente que se ha suicidado viendo como su mundo se venía abajo.
En nuestro país no estaremos ajenos a lo que pasa en el mundo y de uno u otra manera, sentiremos los efectos de lo que pasa en otras partes del mundo. Ser una “aldea global” tiende a que, como un efecto dominó, lo que pase muy lejos tarde o temprano nos impactará.
Y los creyentes en Cristo no vivimos dentro de una burbuja en la cual no pasan cosas malas. Nuestra mayor preocupación no debiera ser tanto por la posibilidad de que la crisis nos toque, sino en como reaccionaremos cuando eso pase.
En nuestro país no estaremos ajenos a lo que pasa en el mundo y de uno u otra manera, sentiremos los efectos de lo que pasa en otras partes del mundo. Ser una “aldea global” tiende a que, como un efecto dominó, lo que pase muy lejos tarde o temprano nos impactará.
Y los creyentes en Cristo no vivimos dentro de una burbuja en la cual no pasan cosas malas. Nuestra mayor preocupación no debiera ser tanto por la posibilidad de que la crisis nos toque, sino en como reaccionaremos cuando eso pase.
Ya el Señor Jesús nos previno acerca de donde poner el tesoro de nuestro corazón: “no se hagan tesoros en la tierra, donde la polilla y el moho los destruyen, y donde los ladrones entran y los hurtan. Más bien, háganse tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el moho destruyen, y donde ladrones no entran ni hurtan, porque donde esté su tesoro, ahí estará su corazón” (Mt 6.19, 20)
Si el creyente en Cristo tiene su corazón a buen resguardo (recordando que con corazón, la Biblia hace mención no sólo a las emociones, sino también a todo el sistema mental y de voluntad del hombre), es decir que depositó su vida entera, con sus esperanzas y expectativas, sólo puestas en lo que Jesús le da, si hace así, podrá atravesar cualquier crisis que el mundo pueda tirarle encima.
¿Dónde está nuestro tesoro? ¿En qué tenemos centrada nuestra esperanza? Si es en Cristo, es una inversión que nunca dará pérdidas, muy por el contrario, siempre será ganancia.
Gracias Pastor Marcos Felipe!
Si el creyente en Cristo tiene su corazón a buen resguardo (recordando que con corazón, la Biblia hace mención no sólo a las emociones, sino también a todo el sistema mental y de voluntad del hombre), es decir que depositó su vida entera, con sus esperanzas y expectativas, sólo puestas en lo que Jesús le da, si hace así, podrá atravesar cualquier crisis que el mundo pueda tirarle encima.
¿Dónde está nuestro tesoro? ¿En qué tenemos centrada nuestra esperanza? Si es en Cristo, es una inversión que nunca dará pérdidas, muy por el contrario, siempre será ganancia.
Gracias Pastor Marcos Felipe!