"Por eso mantenemos siempre la confianza, aunque sabemos que mientras vivamos en este cuerpo estaremos alejados del Señor. Vivimos por fe, no por vista. " 2 Corintios 5:6-7

Podemos ciertamente comprender a la luz de estas palabras, que muchos de los problemas que enfrontamos hoy en las iglesias y en nuestra vida personal es que no hemos entendido que nuestras percepciones nos pueden llevar a confiar en nuestros propios criterios, más sabemos que los pensamientos de Dios no son nuestros pensamientos y que los suyos son demasiado elevados. Samuel es reprendido por Dios cuando buscando al próximo Rey de Israel, mira al hijo mayor de Isaí, a Eliab, como el futuro rey; pero Dios le increpa, ese no es, el rey es otro, es David, aquel que apacienta ovejas. Te equivocas pues miras lo que está delante de tus ojos, pero Dios mira lo que hay en el corazón, Dios no ve las apariencias, Dios ama al dador alegre, Dios ama al que ofrenda todo su ser en amor a Él, Dios mira el corazón, no sólo ve las acciones. Dios mira la actitud sumisa, mira la obediencia y el deseo de servirle.
Cuando ponemos la mirada en las cosas que se ven, no andamos por fe, y sin fe es imposible agradar a Dios. Nuestras percepciones pueden llevarnos a ilusiones, alucinaciones, a la confusión, pero cuando le pedimos a Dios que nos guíe y esperamos en Él, entonces Él hará. Los sentidos pueden de alguna manera desviarnos de la verdad. Hoy hay muchos que sorprenden a muchos con sus trucos o falsas apariciones, "ilusiones ópticas", "ilusiones sonoras". Cuando confiamos en lo que vemos caemos en el temor, el miedo, la ansiedad, la frustración, pero cuando decidimos creer en Dios plenamente podemos decir como dijo Pablo a los filipenses "Todo lo puedo en Cristo, que me fortalece", porque ya no vivimos nosotros, sino que vive Cristo en nosotros y lo que vivamos en la carne lo vivimos en la fe en el Hijo de Dios. A Él sea la gloria por todos los siglos.
¿Tienes algún problema?, quizás necesites andar en el Espíritu, andar por fe. El cristiano triunfador puede vivir gozoso aún en medio de diversas pruebas o dificultades porque depende de su Señor. Recuerda que debemos buscar el reino de Dios y su justicia y Dios añadirá las otras cosas (Mateo 6:33). Así que roguemos a Dios para que abra nuestros ojos espirituales y veamos el camino hacia la vida eterna.