Tú no fuerzas una flor a que se abra;
la flor la abre Dios.
Tú la plantas, la riegas, la resguardas;
lo demás lo hace Dios.
Tú no fuerzas a que te ame un amigo;
el amor es de Dios.
Tú le amas, le sirves, tratas de ser digno;
el amigo lo da Dios.
Tú no fuerzas a un alma a que crea;
la fe la da Dios.
Tú amas, trabajas, confías, esperas;
lo demás lo hace Dios.
Así, no trates de adelantarte
a su plan de amor.
Trabaja, sirve, vive para amarle;
lo demás lo hará Dios.
a su plan de amor.
Trabaja, sirve, vive para amarle;
lo demás lo hará Dios.