Devocional Diario: Éxito que duele


Jueces 16.23-31

Hemos recorrido pantallazos de la vida de Sansón y hemos visto como cayó, desde las expectativas que se tenían puestas en él hasta su humillación. Ahora bien, Dios lo había elegido para que él liberara a su pueblo y, cuando a Dios se le pone una idea en la mente, él la va a llevar a cabo.

Todos conocemos a muchos (quizás demasiados) hermanos que han dejado los caminos del Señor para ir hacia las atracciones que el mundo les ofrece. Oramos por ellos y nos preguntamos ¿cómo pudo ser que, siendo tan prometedores, hoy no se los podría reconocer como aquellos que cantaban gozosos a nuestro Señor? En realidad no sabemos lo que pasa por la mente y el corazón de ellos. No sabemos inclusive si eran o no verdaderos creyentes. Gracias a Dios, muchos son los que vuelven e incluso retoman una vida de victoria de la mano del Señor, aunque no pueden hacer nada con el tiempo perdido, ni con las heridas que les causó el alejarse de Dios. Pero aún así tienen una nueva oportunidad, y si la saben aprovechar, será una experiencia gloriosa.

Tenemos en este último pasaje a un Sansón del que Dios se ha apartado. Está por completo en manos del enemigo (ironías de la vida, el hombre que quería ser parte del pueblo de sus enemigos, casándose con una de sus hijas, ahora estaba en medio de ese pueblo, pero como el enemigo derrotado) está en su momento de mayor humillación y siendo espectáculo de sus enemigos. De ser el terror de los filisteos, ahora es su juguete. Parábola perfecta de lo que les pasa a los creyentes que dejan a Dios de lado.

Y ahí, en ese momento es cuando Dios escucha a este hombre orar otra vez, pidiendo fuerzas una vez más. Dios se las concede (recordemos que Dios quería que Sansón destruyera a los filisteos, la forma la eligió Sansón) y cuando parecía todo perdido para nuestro héroe, él tiene su más grande victoria. Lástima que, en vez de haber brazos que lo lleven en andas en victorias, hay manos que lo llevan en andas pero muerto. Triunfo, pero al mismo tiempo sabor amargo.
Como mencionamos días atrás, Dios llevará adelante sus planes en nosotros. Para que sea victoria verdadera, tenemos que estar atentos a no cometer los errores de Sansón.

En la práctica: ¿Qué pasos das a diario para que tu vida esté de acuerdo a los planes de Dios?